lunes, 3 de junio de 2013

Mascarilla facial de yogur natural.

    ¡Hola a todos! Aunque este no es un blog de belleza, hoy voy a hacer una excepción colgando una mascarilla de yogur natural, que al ser también un alimento, no desentona del todo… 



    No siempre hay que gastarse un disparate en productos de cosmética para tener un cutis suave y terso. El yogurt natural puede ser perfecto para una limpieza facial unificando y aclarando el tono de la piel librándola de manchas y rojeces. También ayuda a combatir el acné hidratando y tonificando tu rostro pero sin engrasarlo. El yogur natural sin ningún tipo de añadidos se viene utilizando para el cuidado de la piel desde hace mucho, aunque dependiendo de tu tipo de piel, te recomiendo una fórmula o otra.

    Para una piel grasa: Tritura medio pepino pelado y mézclalo con medio vaso de yogur natural desnatado y un chorrito de limón. Unta la mezcla por todo tu rostro (excepto el área de los ojos) y déjalo trabajar por un cuarto de hora. Si tienes mucho acné, puede que sientas un poco de escozor, no te asustes, es normal. Luego lava tu cara con agua tibia y sécala sin frotar. (A mí me venía genial espolvorearme la cara con talco después de secar).

    Para una piel seca: Mezcla la mitad de un yogur natural con dos cucharadas de miel o un corrito de aceite de oliva. Unta la mezcla por todo tu rostro (excepto el área de los ojos) y déjalo trabajar por una media hora. Luego lava tu cara con agua tibia y sécala sin frotar. Sentirás tu piel fresca, hidratada y muy suave.


    Conviene también añadir que una mascarilla actúa mucho mejor en una piel descansada y relajada, por lo que te recomiendo que te las apliques al final del día, después de una buena ducha y justo antes de irte a dormir. A la mañana siguiente te lavas la cara con agua fresca y te pones una crema de día.

    ¡Un besote!

2 comentarios:

  1. Me apunto la receta para probarla. A ver que tal resulta. Pero los remedios caseros son los mejores.
    Besujis y gracias niño!!!

    ResponderEliminar
  2. No hay de qué, Lady Indi. Ya sabes que tus deseos son órdenes.

    ¡Un besote!

    ResponderEliminar